Ya se dedicó una entrada anterior de este blog a la descripción del que algunos consideran el primer mapa impreso de la historia: un sencillo mapa de «T en O» incluido en la edición de Günther Zainer (1472) de las Etimologías de San Isidoro de Sevilla. En esa misma entrada se hablaba de la rápida evolución de las técnicas de impresión en cartografía que permitieron que, sólo cinco años después (1477), se publicara en Bolonia la primera edición impresa de la Geographia de Ptolomeo a partir de grabados calcográficos (planchas de cobre).
La edición del llamado «Ptolomeo de Bolonia» guarda relación directa con el primer mapa impreso de España que se conoce. En efecto, el canon o modelo ptolemaico incluía 26 mapas regionales, más uno de la Ecúmene o mundo conocido en la época del sabio alejandrino (siglo II). La distribución por continentes de esos mapas regionales o tabulae era de 10 para Europa, 4 para África y 12 para Asia. El mapa regional dedicado a la Península es la tabula II de Europa y, en el caso de la Geographia de Bolonia, puede considerarse el mapa más antiguo impreso de España (con permiso de canarios y melillenses, no incluidos en este mapa de la Hispania romana).
La edición de Bolonia es la más rara y difícil de obtener de entre todas las Geographias impresas, y solo se conocen unos treinta ejemplares en todo el mundo, no todos completos. El valor de mercado de uno de estos atlas llegó a alcanzar en subasta más de dos millones de libras en 2006.
Aunque nos gustaría, en el Instituto Geográfico Nacional no poseemos ningún mapa original de los que contiene esta edición. Aun así, debido a su importancia histórica, el mapa de España de 1477 tiene reservado un espacio en el friso de la exposición Ecúmene: la evolución de la imagen del Mundo, que permanecerá abierta hasta el 20 de abril de 2018.
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